lunes, 2 de noviembre de 2009

Las cuatro velas


Cuatro velas se quemaban lentamente. En el ambiente había tal silencio que se podía oír el diálogo que mantenían:

-- La primera dijo: "¡Yo soy la paz! Pero las personas no consiguen mantenerme, creo que me apagaré pronto." Y poco a poco fue disminuyendo su fuego hasta que su llama desapareció totalmente.
-- Dijo la segunda: "¡Yo soy la fe! Lamentablemente a los hombres les parezco superflua. Las personas no quieren saber de mí. Para ellos no tiene sentido que permanezca encendida." Y cuando terminó de hablar, la brisa del pesimismo pasó suavemente sobre ella y la apagó.
-- Rápida y triste la tercera vela se manifestó diciendo: "¡Yo soy el amor! No tengo fuerzas para seguir encendida. Las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia. Se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y les aman." Y sin esperar más, se apagó.
-- De repente... entró un niño y vio las tres velas apagadas. "Pero, ¿qué es esto? -dijo angustiado- Deberían estar encendidas hasta el final." Al decir esto comenzó a llorar.
Entonces, la cuarta vela dijo al niño: -- "No tengas miedo, mientras, yo tenga fuego, podremos encender las demás velas. Yo soy, ¡la esperanza!"
--Con los ojos brillantes, el niño agarró la vela que todavía ardía... y encendió las demás.
¡Que la esperanza nunca se apague dentro de nosotros; y que cada uno de nosotros, sepamos ser la herramienta que el mundo necesita para ayudar a encender la esperanza, la fe, la paz y el amor, en el corazón de todos los que viven a oscuras!

Ser joven


Adriana Jannilli

Encuentro una interesante noticia:

Una mujer de 94 años se ha titulado en derecho por la Universidad de Urbino, en el centro de Italia, y planea matricularse de nuevo para continuar estudiando, dijo el martes a la AFP el rector de la institución.


"Adriana Jannilli es un ejemplo de perseverancia para los otros estudiantes", declaró el rector, Stefano Pivato. "Gracias a su notable tesis sobre el tema de la violencia contra las mujeres y a sus excelentes calificaciones en los exámenes, hemos concedido la mejor nota posible a la señora Jannilli".
Consejera empresarial jubilada, Jannilli también es graduada en lenguas orientales y en ciencias políticas. Ahora, piensa matricularse para especializarse en una rama del derecho. "Ha dado pruebas de una vivacidad y una lucidez increíbles. Parece 20 años más joven", añadió el rector, precisando que la señora Jannilli se entendía bien con los demás estudiantes, cuya edad media es de 20 años".

Me admira y me hace pensar, sobre la juventud y que nos hace realmenlte jovenes, si nuestra partida de nacimiento o nuestro espíritu, y me indigna ver como siguen proliferando esos clubes de menores de 30 años como si aquellos que estemos por encima de esa cifra tuviesemos que ir buscandonos ya un asilo y me pregunto quien es el responsable de tan soberana sandez, que o quien hay tras ella y la única respuesta que encuentro es talvez la de siempre, hemos creado paises fronterizos, ciudades fronterizas, sociedades fronterizas, ¿por que no vidas fronterizas?. Otra cerca más que te convence de que cruzado un determinado límite no tienes derecho a nada, ni ha intentarlo siquiera. Junto al miedo, las barreras son las que mantienen al rebaño justo en el lugar que quienes las inventaron quieren. Muchas de esas barreras estan hechas de ese material llamado miedo, miedo a no encajar socialmente en una norma que otros idearon y no tu. Un mundo acotado siempre es pequeño y eso es lo que le conviene a algunos, lo pequeño es fácil de manejar.

Y me viene a la cabeza otro caso de una mujer, en este caso española, también de 95 años, analfabeta que decidió apuntarse a unos cursos que daban en su centro social para aprender a leer y escribir.

La esperanza, la ilusión, la inquietud, sin carnet de identidad y con ganas de llenar la mente y el alma de cosas nuevas y maravillosas, son las que hacen que permanezcamos siempre jovenes hasta que nos marchemos de este mundo con esa juventud en los ojos y la serenidad de no haber dejado nada pendiente, aunque tengamos el cuerpo plagado de arrugas.

No hace mucho alguien volvió a soltarme la tan tópica, típica y equivocada frase de "el mundo es para los jovenes" (refiriendose exclusivamente a la edad). Yo me niego a creer eso, el mundo es para aquellos que viven, respiran en él y todavía pueden hacer pensar, sentir y raccionar a quienes le rodean.

La pena es que está mujer sea noticia en un periodico pues eso significa que es algo fuera de lo común.