lunes, 17 de octubre de 2011

Testamento

TESTAMENTO

Dicen que canta el cisne
solamente cuando muere,
la más bella despedida
que se pueda escuchar.
Más yo no puedo cantar 
si estoy muriendo.

Dicen que de la vela brilla
su llama más intensamente
pocos segundos antes
que la mecha es consumida,
como quien sabiéndose
al borde de la muerte
su último aliento exhala.
Más yo no puedo brillar
si el aire me falta.

Y me parece inútil
nombrar a las estrellas
cuando perdura su brillo
sin conocer su nombre,
tan lejos,
durante tanto tiempo,
incluso después de muertas.

Rosa de Soto
Poema perteneciente al libro "Poemas de la memoria pintada" 

domingo, 25 de septiembre de 2011

Pequeñas cosas que son grandes





Cuando era niña solían haber muchos apagones donde veraneaba, lejos de enfadarme o molestarme, subía corriendo a mi habitación salía al balcón y me sentaba a contemplar las estrellas. Permanecía allí fascinada por esos pequeños puntos de luz que estaban tan lejos de mi.
Ahora no hay tantos apagones, ya no es tan fácil contemplar las estrellas desde el balcón. Desde hace algunos años camino por el paseo marítimo casi todas las noches de verano, de vez en cuando me encuentro con una farola estropeada, me detengo bajo ella y en ese pequeño rincón de oscuridad sigo buscando las estrellas en el firmamento. Mi fascinación se ha mantenido intacta, nunca he sabido sus nombres, o debería decir aquel con el que las bautizaron algún día, nosotros y esa manía por ponerles nombres a todas las cosas y etiquetarlas. Simplemente las miro con la esperanza de que alguien esté observando, quizá incluso desde alguna de ellas, con la misma fascinación, en el mismo instante y podamos conectar durante unos segundos en ese breve y maravilloso momento.
De niña me sabía pequeña ante esa inmensidad, más diminuta que esos puntos de luz repartidos en el cielo nocturno, en ocasiones hubiese querido ser uno de ellos. Ahora sé que sigo siendo diminuta en comparación con el universo, pero no insignificante, sé que de algún modo soy uno de sus puntos de luz, tan importante como cada gota de agua que conforman los océanos, como cada hoja lo es para el árbol. Todos somos un destello de luz, una gota, una hoja, sin las cuales no serían posibles cosas mayores, todo lo que existe es importante por el simple echo de existir, cada pequeña cosa es y será siempre lo que hace que otras más grandes puedan llegar a ser posibles. Sé que llegará el día en que me fundiré con las propias estrellas.

martes, 17 de mayo de 2011

Que es un Paradigma y como nace uno




"Soy una pequeña y tenue luz que camina en medio de una oscuridad que avanza y rodea. Antes fuí aun más pequeña y me pregunté algunas veces porque a mi no, porque a mi si. Con cada porque abandonado en el camino crece mi claridad, seguiré dejando atrás más porques aunque el mundo permanezca ciego."

"Es más fácil desintegrar una átomo que una idea preconcebida"
                                                                              Albert Einstein

 

domingo, 17 de abril de 2011

Un monumento al amor

En 1612 Sha Jahan, heredero del imperio mongol contrae matrimonio con Arjumand Banu Begum, princesa persa conocida más popularmente como Mumtaz Mahal (joya del palacio), una unión concertada con la intención de reforzar los lazos entre ambos imperios. Con lo que no contaba Sha Jahan era con enamorarse perdidamente de Mumtaz Mahal que se convirtió en su esposa favorita. Hermosa y de carácter dulce y solidario, murió dando a luz a su decimocuarto hijo, dejando a Sha Jahan sumido en la más profunda de las tristezas. El emperador dedicaría la mayor parte de lo que le restaba de vida a erigir el que fuese el mayor homenaje a su amada esposa. Ese homenaje se llama Taj Mahal uno de los más fastuosos y bellos mausoleos que jamás se haya construido, un monumento acorde con el amor que sentía quien lo mando levantar por quien reposaría en él. Sha Jahan dejó de lado su trono, su reino y dilapidó su fortuna en la construcción de la tumba de su esposa favorita.
Como diría una canción hay amor que derriba fronteras y algunos están por encima de reinos, tronos, riquezas y de la misma muerte, el Taj Mahal es un recordatorio de que el amor con mayúsculas, más allá de este mundo incluso, es posible.
Históricamente Sha Jahan perdió su trono a manos de su hijo, que lo encarceló, pero dejó de tener importancia tras perder a quien era más valioso que todo un reino. Desde su celda podía contemplar el mausoleo donde reposaba su amor y al morir fue enterrado junto a ella.
Es gracias al amor que hoy día podemos deleitarnos y contemplar lo que se considera una de sus siete maravillas del mundo, los indios llaman a este monumento "poema de amor en piedra".

 Lloraba un alma enamorada
lágrimas, dolor, pena, llanto
un corazón entona su triste canto
una mano, cansada, tras su ventana cerrada.


Allí desde su palacio, desde su ventana
admira aquella lágrima blanca
poesía hecha arte, arte que la pasión arranca
para ti, mi amada, mi esposa, mi alma hermana  

 Retrato de Mumtaz Mahal   
 Taj Mahal