lunes, 17 de octubre de 2011

Testamento

TESTAMENTO

Dicen que canta el cisne
solamente cuando muere,
la más bella despedida
que se pueda escuchar.
Más yo no puedo cantar 
si estoy muriendo.

Dicen que de la vela brilla
su llama más intensamente
pocos segundos antes
que la mecha es consumida,
como quien sabiéndose
al borde de la muerte
su último aliento exhala.
Más yo no puedo brillar
si el aire me falta.

Y me parece inútil
nombrar a las estrellas
cuando perdura su brillo
sin conocer su nombre,
tan lejos,
durante tanto tiempo,
incluso después de muertas.

Rosa de Soto
Poema perteneciente al libro "Poemas de la memoria pintada" 

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